Es que parece que la factoría de Jim Henson quiso trollear a los organizadores del Mundial de Alemania con un animal tan británico. “Lo hice la tarde del último día habilitado para participar, pero si me pongo a pensar en la cantidad de tiempo que le dediqué desde mi niñez, creo que tardé toda la vida”. La polémica de los pantalones, me recuerda a la censura que sufrió el Pato Donald en no sé qué país por la misma causa.