A los poco menos de diez de coste de fabricación y distribución hay que sumar lo que se conoce como “el margen del spónsor técnico”, es decir, el dinero que paga Nike, Adidas, Puma o cualquier otra marca para aparecer en la camiseta del equipo. Para compensar este coste, las marcas introducen un margen de beneficio que sitúa el precio inicial de la prenda sobre los 40 euros.